jueves, 4 de febrero de 2010

Es curioso como dos cosas que no tienen nada que ver la una con la otra son de
la misma familia, como por ejemplo el tomate y la belladona. Ambas comparten
un núcleo de unión: las solanáceas.
Una es nutritiva, la otra venenosa pero tienen muchos rasgos morfológicos
anatómicos y fisiológicos en común. Así que visto desde este punto podríamos
hasta encontrarle un parecido en común.

Da que pensar...
Odio una parte de mi que está podrida a la temprana edad de veintitres años,
podrida y corrompida por la humanidad.
Es una parte de mi que aparece en días grisoscuros y que solo aparece en la
intimidad de mi habitación, pero en ocasiones determinadas personas sin
quererlo ni beberlo consiguen entradas en primera fila para verlo.
Pobres diablas.
Os pido perdon a todas esas personas a las que he envenenado con mis
palabras alguna vez en la vida.
Pero tan pronto expulso el veneno, ya sea escribiéndolo como (erróneamente)
soltándoselo a un ser querido, cambio por completo y me convierto en mi
parte tomate; buena, fresca, roja y divertida. Geminis? mmm supongo que si.
Aunque no creo que se trate solo de eso, todos tenemos una cara oscuro y
otra... menos oscura.
Porque seamos claros, nunca somos del todo claros, incluso intentando sacar
nuestro mejor lado siempre hay ocultos sentimientos oscuros en él.
Forma parte del sufrimiento interno de la humanidad, sin él no seríamos nadie.

Entonces la conclusión sería saber aceptar ese lado de ti que en ocasiones te da
miedo, no ocultarlo pero tampoco gritarlo a los cuatro vientos. ¿qué triste, no?
El mundo no está preparado para oir lo que tienes en tu interior, la gente no quiere oir
tus verdaderos sentimientos porque eso los pondría en un punto incómodo y
no sabrían como actuar o que decirte, cómo consolarte...AWKEWARD!
Empezarían a juzgarte a velocidades de velocirraptors olvidándose por un
pequeño segundo de sus propios demonios. O quizás no olvidándose, pero
juzgándote igualmente.
Así que repito, el mundo no está preparado para oir lo peor de ti, por eso cuando
accidentalmente lo oyen tienes que retratarte y decir cosas como: "lo siento, no
se porqué dije eso, estaba enfadado" ó "Dije lo peor que se me ocurrió, pero no
lo pienso" y ¿Sabes qué? QUE NOS LO CREEMOS, nos dicen eso y Pluff! queda
todo borrado, preferimos pensar que todo fue mentira.

y adivina qué? NO LO FUE



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